domingo, 21 de febrero de 2016

Retrato de San Juan una tarde de verano

Un calor abrasador recorre la ciudad de San Juan. Son las cuatro de la tarde un día de verano y la capital de la provincia homónima esta totalmente paralizada. A partir de las seis todo empieza a tomar un ritmo nuevo, eso sí un ritmo lento y pausado, ya que aquí no hay mucho que hacer y todo va a otra velocidad. La gente recorre la principal arteria comercial de la ciudad, niñas puberes dando el pecho a sus bebes, chicos vendiendo calcetines o paños, el camión del jugo de naranja de San Cayetano, el restaurante " Un rincón de Napoli" o el Club social español en plena plaza de Armas son algunas de las imágenes de este tórrido día. Pero si hay algún símbolo que represente a San Juan es sin duda la Casa natal de Sarmiento, gobernador, presidente, maestro y uno de los más grandes ensayistas argentinos del siglo XIX.









San Juan esta llena de bellezas naturales, aunque casi todas están bastante lejos de la capital. Nos conformamos con unos días de descanso en la ciudad, una visita a un resort a varios kilómetros de la capital para resguardarnos del calor y una escapada totalmente surrealista a Vallecito, donde encontramos el santuario de la Difunta Correa, de la que hablaré próximamente.



                                    



                                     


No queremos ir al Valle de la Luna, no porque no sea interesante, que sé que lo es, al ser un espacio natural único en el mundo, pero no me apetece hacer 700 km en un día para ir a visitarlo. Sé que es una de las atracciones turísticas más importantes de la zona, pero visitarlo en verano y desde la capital es toda una hazaña: tierra de dinosaurios, desierto, desolación, paisajes lunares, el lugar menos recomendable para visitar en una calurosa tarde de verano. También puede que una fuerte tormenta afecte a sus caminos y nos quedemos bloqueados. Los autobuses salen cada tanto, las carreteras son malas y no hay una buena infraestructura.



                                  
                           


                                    
                            



Lugar de terremotos, sequedad, lluvias torrenciales y un cierto aislamiento, San Juan es una ciudad de provincias, es otra argentina, que pertenece a la región del Cuyo y se encuentra al lado de las cordillera de los Andes y por encima de la más conocida provincia de Mendoza.

La gente nos pregunta por qué estamos en San Juan, algo que ni nosotros mismos sabemos. Pero todo es una experiencia de aprendizaje y todo tiene su encanto.





sábado, 6 de febrero de 2016

¿Dónde estamos seguros?

El mundo y los conflictos se intensifican diariamente, ya no existe la seguridad y todo movimiento comporta un riesgo. La vida es frágil y pende de un fino hilo por el que solemos caminar sin problemas, pero en cualquier momento puedes caer sin ningún aviso.

25 de enero de 2016: Estamos en Valparaíso una de las ciudades más sorprendentes, interesantes y curiosas del mundo. El 27 salimos hacia Argentina, cruzando los Andes por el paso de los Libertadores. Los últimos días ha habido una fuerte lluvia e importantes aludes han hecho que se cierre el paso. Miles de coches han quedado totalmente bloqueados durante horas e incluso días. Nuestros planes pueden trastocarse drásticamente ya que en solo 48 horas salimos hacia Argentina por esa misma ruta. Hasta que no lleguemos allí no sabremos si podremos pasar el paso o no.


                                              

Mientras tanto seguiremos en Valparaíso, aunque esta misma noche se ha registrado un fuerte temblor, un terremoto de 5.1 en escala Richter. La verdad es que yo ni lo he notado, pero estamos en una importante zona sísmica y a mi cabeza acude el recuerdo de los últimos terremotos en la zona. Pensábamos ir a la turística y cercana Villa del Mar, pero también nos llegan noticias de que hay una marejada con olas de más de 5 metros, así que parece que estamos en el ojo del huracán, y que te afecte algo de todo esto parece cuestión de suerte, o quién sabe quizá ya esté todo predestinado.


                                              



                                              

Enciendo la Televisión y aparecen las imágenes de la terrible tormenta que arrasa la costa este de EEUU, noticias de una nueva enfermedad con cada vez mayor crecimiento en Sudamérica, el Zika, otras sobre el incremento del dengue en Argentina donde ya se han reportado decenas de casos solo en la provincia de Buenos Aires y si nos alejamos un poco más media Europa está bajo la amenaza del estado islamico, y del resto del mundo no hablamos ya, que aún es peor. En fin la realidad es tal cual por mucho que uno intente maquillarla.

Hay que viajar con responsabilidad por supuesto y especialmente cuando viajas con una niña, tomar todas las precauciones y evitar los destinos que realmente supongan un problema. Pero por lo demás hay que hacerlo sin ningún miedo, pues si nos empiezan a asaltar los terribles " y si pasa esto...o si pasa lo otro..", entonces lo mejor es quedarse en casa. Pero ¿quién puede decirnos que estamos allí seguros.?

Ha pasado ya más de una semana desde que escribí esto, y no hemos tenido ningún problema, el paso estuvo abierto y mañana salimos con destino a San Luis, nuestra última región por descubrir antes de dirigirnos a Buenos Aires.

Hemos tenido suerte. Puede que hayamos estado en el lugar y el momento correcto, pero ¿ hasta cuando.? Y ¿ quién lo sabe? Mientras tanto sigamos viviendo intensamente y disfrutando al máximo cada instante.