jueves, 12 de febrero de 2015

Soltando Amarras al amanecer

Esta vez es la primera en que no soy yo quién escribe este post, porque he querido compartir la reflexión que hace mi hermana sobre los viajes: Desde los grandes viajes de descubrimiento en familia a otros viajes que en principio pueden parecer mucho más simples, porque son cortos y su intención fundamental no es el viaje en sí y además se hacen en soledad, pero que sin embargo generan sensaciones y sentimientos diversos y despiertan esas emociones de aventura tan placenteras como las que un gran viaje puede representar. Y todo ello envuelto con el importante papel que nuestros orígenes juegan con nuestras vivencias presentes.

Sin duda un texto muy enriquecedor para todo los amantes de cualquier tipo de viaje.

" El viaje comienza mucho antes que el día de partida. Como otras experiencias vitales que marcan un punto de inflexión en nuestras trayectorias, comienza en la mente, en la imaginación: anticipando problemas, situaciones o trayectos. Un viaje programado, pensado, fantaseado y posteriormente revivido, rememorado, recordado. Puede no terminar nunca reviviendose en algún olor, un recuerdo, una foto, una sensación. Entre lo pensado y lo recordado "andar el camino", que curiosa sensación la de ser consciente del viaje viajando.!

Este verano hice un gran viaje en familia: la costa esté de EEUU. Fue increíble, ese tipo de viajes en los que estas disfrutando cada momento y al que volver mentalmente recuperando esas sensaciones. He disfrutado tanto viajando y luego recordándolo que hoy se me hace raro esta conciencia tan lúcida de estar sola y que todo es posible.

El viaje que ahora voy a hacer no es un viaje importante, pero constituye un "punto de partida", una situación única desde hace años para mí, de reencontrarme, aprender y estar atenta alrededor con la emoción ambivalente de la incertidumbre, acostumbrada como suelo estar a tenerlo todo bajo control y estructurado como en una agenda.

En realidad no espero aventuras, no es un viaje exótico. Mi marido me ha ayudado a tenerlo todo bien organizado, pero aún así me recuerda a mi juventud, cuando viajar podía ser algo no planeado: sin saber ni a donde ir ni como ir, con esa actitud abierta a la vida: Oh! Maravillosa juventud!! Que alivio que pasó, a la par que gran añoranza.

Mi viaje de hoy es para asistir a un curso, sin embargo siento la emoción, el temor y la ilusión como si fuera a un encuentro y fuese una jovencilla, y no una mujer de 44 años, psiquiatra y madre de dos hijos. En sólo cuatro días realmente soy libre de vivir y reinventarme, a la vez que me siento tan completa y agradecida con mi vida.

Aún no sé como me he atrevido. Se han dado una serie de circunstancias que me han conducido casi suavemente hasta aquí, no diría sin quererlo, al revés, como parte de un movimiento natural.

Siempre recuerdo como mi padre nos contaba historias y relataba episodios de "la Odisea" durante nuestros viajes en coche: (esos viajes de antes, sin sillas de seguridad, los cuatro hermanos juntos y mi abuela!) : Marruecos, Portugal, Francia y diferentes lugares de España, pero siempre con un espíritu de aventura y ansia de conocimiento. Así no es extraño que mi hermana sea guía turística y escriba sobre sus viajes, y yo hoy sienta esta necesidad de reflexión sobre mis orígenes con un gran agradecimiento."












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