martes, 18 de noviembre de 2014

Mi itinerario por Malasia

Diseñar un itinerario cuando jamás has estado en un país no es tarea fácil. De hecho es la primera vez que lo hago, ya que normalmente cuando he hecho grandes viajes he ido con un idea más o menos general, pero he ido improvisando y reservando el alojamiento día a día. Pero tal y como conté en mi anterior post este viaje es diferente. 

Para organizarlo dispones de la etapa de preparación, en la que investigas, lees y te dejas llevar por la intuición para hacer un viaje que permita ver lo mas importante y variado posible pero sin stress ni agobios. 

En todos los lugares estaremos al menos 2 noches, exceptuando en Kuala Lumpur que estaremos 4 noches al inicio y 3 al final. Sé que puede parecer demasiado tanto tiempo allí, pero el primer día llegamos a ultima hora de la tarde, los 2 días siguientes estaremos adaptándonos y viendo lo más importante de la ciudad y la cuarta noche nos sirve sólo como lugar donde pernoctar, ya que visitaremos lugares fuera de la capital pero cercanos a la misma, como las Batu Caves o Kuala Selangor. Las 3 últimas noches del itinerario las pasaremos en Kuala Lumpur también, pero para entonces  no creo que tengamos ganas de visitar nada más, así que simplemente nos relajaremos y disfrutaremos de las instalaciones del hotel que hemos reservado para estas noches (el único de alto standing de todo el recorrido) e intentaremos disfrutar de un fin de año totalmente diferente al que estamos acostumbrados.

Este es el itinerario de mi viaje por Malasia-Singapur: 26 noches de hotel, 8 lugares importantes a visitar, dos vuelos domésticos, 2 países y casi 3.000 km en total.

1.-KUALA LUMPUR ( 4 noches)
2.-CAMERON HIGHLANDS ( 2 noches)
3.-PENANG ( 3 noches)
4.-LANKAWI ( 2 noches)
5.-PENANG-  Vuelo hacia KUCHING ( BORNEO)
6.-KUCHING ( 3 noches)
7.-SANTUBONG ( 2 noches)
8.-KUCHING-  Vuelo hacia SINGAPUR
9.-SINGAPUR (3 noches)
10.-MELAKA (3 noches)
11.-Regreso a KUALA LUMPUR (3 noches)


 Aquí está el Mapa Ampliado de mi Ruta.


 También tengo la impresión  de que me he quedado corta con la maravillosa isla de Lankawi, pero el lugar de salida (no hay vuelos directos de Lankawi a Kuching) y especialmente los precios de los vuelos ha hecho que solo dispongamos de 3 días y dos noches allí. De todas formas creo que lo más interesante de todo esto es poder comparar mis expectativas de ahora con la realidad cuando haga el viaje. Sólo entonces podré juzgar realmente el itinerario programado.

lunes, 10 de noviembre de 2014

La salud en el viaje: Vacunas y seguros

Un viaje está lleno de acontecimientos imprevisibles que por mucho que organices o planifiques no puedes evitar. Eso es parte del viaje y de la ventura:  adaptarse a los acontecimientos. Sin embargo de todo lo que puede ocurrir una de las peores experiencias es caer enfermo y que esto afecte a tu salud física o mental. 

Los principales problemas sanitarios en Malasia tienen que ver con el consumo de comida en mal estado o la trasmisión de enfermedades por los mosquitos o problemas por el exceso de calor. Por eso para este viaje a Malasia hemos tomado una serie de precauciones previas referentes a la salud.

Vacunas: Aunque oficialmente no es obligatoria ninguna vacuna para ir a Malasia, no queremos que algún imprevisto nos estropee el viaje. Así que nos fuimos al centro de vacunación internacional y allí nos aconsejaron que nos vacunasemos de Hepatitis A (2 dosis) y B (3 dosis)  así como de Tifus, difteria y Tetanos (3 pastillas tomadas de forma oral). Todas estas vacunas están subvencionadas por la seguridad social y te las ponen en el mismo centro de salud. La vacunación de las dos primeras ya te sirve de por vida por lo que ya la tienes para cualquier otro viaje y en cuanto a la del tifus y el tétanos solo son necesarias dosis de recuerdo .

Mi hija no tuvo que vacunarse de la Hepatitis B ya que está incluida ya en el calendario de vacunación infantil. Sin embargo si la hemos vacunado de la rabia, ya que es una amante de los animales y especialmente de los perros.  Esta vacuna es administrada 3 dosis y tiene un coste aproximado de 36 €. Reaccionó perfectamente bien a las vacunas y ninguna de ellas le produjo ningún efecto adverso.

En cuanto a la Malaria dependiendo de donde vayas o donde mires puedes tener distintas versiones pero llegué a la conclusión de que solo es necesaria la profilaxis si vas a lugares rurales o del centro de la península malaya o el interior de la isla de Borneo. En el centro de vacunación internacional de la calle Francisco Silvela de Madrid nos enseñaron un mapa como éste (http://www.fitfortravel.nhs.uk)  para indicarnos las zonas de riesgo.



Como no vamos a ir a ninguno de estos lugares  no vamos a tomar ninguna medicación al respecto, aunque utilizaremos todo tipo de repelentes de mosquitos (pulseras, sprays, espirales y parches)  para evitar su picadura ya que son fuente de trasmisión de distintos tipos de enfermedades. 


Seguro de salud: Fundamental para cualquier viaje y especialmente para uno con este y con niños. El seguro de viajes que hemos cogido es el que nos ofreció la propia compañía aérea KLM en el mismo momento de resevar los billetes. El seguro de los tres nos costó  111€ y pertenece a la aseguradora Allianz. Las condiciones y coberturas de este seguro pueden verse aqui e  incluye anulación del viaje, cobertura en caso de accidente o enfermedad, perdida o extravío de equipaje facturados o enlaces de vuelos, así como robo o perdida de efectos personales.

Además complementando a este seguro disponemos del seguro del hogar que también incluye coberturas similares en viajes en el extranjero, más los seguros de viajes de las tarjetas de crédito con las que he pagado los viajes, más otros seguros extras que hemos sacado por una cantidad irrisoria para los vuelos domésticos. Yo creo que con todo esto ya vamos suficientemente asegurados !!

Por lo demás usaremos el sentido común a la hora de comer y de beber y de protegernos contra los mosquitos o el calor, siguiendo estas recomendaciones:








Es cierto que aunque en nuestro viaje el riesgo es mínimo, puedes contraer el dengue (del que no hay vacuna) o la encefalitis japonesa, la malaria o cualquier otra enfermedad, o tener un accidente pese a tomar todo tipo de precauciones.Nada te puede hacer sentir totalmente protegido, en el fondo nadie lo está, ni siquiera en su propio país ni en ningún otro lugar. Pero no puedes empezar un viaje pensando en esto, si no nadie viajaría y por supuesto no disfrutarías del viaje. Si no viajas porque piensas Y si hay un problema con el avión, Y si se produce una catástrofe natural,  Y si te pones enfermo, Y si te roban.. .cuando te veas a ti mismo utilizando tantas veces Y si, a eso se le llama MIEDO y eso el único que nunca debes echar en tu maleta.

viernes, 7 de noviembre de 2014

Preparando un gran viaje

Girar un globo terráqueo, cerrar los ojos, darle vueltas, señalar un punto al azar y viajar a ese destino. Una quimera, una ilusión sólo destinado a unos pocos privilegiados.

Recibir un email de una compañía aérea en el que te indican que tienes 24 horas para elegir un destino al que viajar a un precio mucho más bajo de lo habitual. Coger un calendario y ponerte a buscar un día y un lugar. Esto tampoco es accesible para todo el mundo, pero al menos es más real. Así lo hice hace unos meses cuando decidí mis vacaciones para 2014 .

La falta de dinero o tiempo, las responsabilidades, la dependencia y la falta de libertad hace que esta segunda opción sea posible también sólo para unos pocos. Pero no hace falta ser rico ni gozar de total libertad. Si quieres puedes, en el fondo al final todo es cuestión de prioridades y como dice esta frase que tanto me gusta, "El hombre no tiene más límites que la intensidad de su deseo" ( León Batista Alberdi).

Yo he podido permitírmelo porque ahora tengo tiempo, estoy en periodo de descanso, tras seis meses de intenso trabajo. Pero no es fácil especialmente porque no estoy sólo yo, también quiero viajar con mi familia y hay que compaginar con los tiempos y responsabilidades de los demás.

Tengo 42 años, una hipoteca de un pequeño piso en Madrid, una hija de seis años y un marido que se encarga de su cuidado y educación cuando no estoy, prácticamente la mitad del año. Durante esos meses de trabajo, básicamente viajo, no a dónde quiero ni con quién quiero, pero viajo y mucho: Soy guía turística.

No tengo nada asegurado. Vivo el día a día en una gran capital europea. No sé con seguridad cuántos meses voy a trabajar cada año, ni cuanto voy a ganar, porque todo es muy variable. Este año no fue bueno: trabajé menos de lo que esperaba y ahora hasta marzo no tengo nada de nuevo. Pagué los billetes con lo que me devolvió hacienda este año y el resto del viaje con las propinas de mis clientes americanos recibidas a lo largo del año. Es noviembre y quitando una pequeña escapada de 4 días en febrero, no hemos tenido todavía unas vacaciones familiares.

Pero ahora si, justo en un mes, nos vamos. Destino: Malasia. Tenemos casi un mes para descubrir este país, del que desconocía prácticamente todo, hasta que compré los billetes. No hay nada que me guste más que el descubrimiento de un lugar: ya he empezado a hacerlo a través de guias, libros y foros y a un mes de nuestra salida ya he organizado el viaje y reservado prácticamente todo el alojamiento.

Hasta ahora los grandes viajes que he hecho en mi vida, como a India o a Brasil, los he hecho sola, sin nadie que dependiese de mi, sin organizar nada y sintiendo esa maravillosa sensación de libertad tan auténtica que te da el improvisar y dejarte llevar por las circunstancias o apetencias de cada día. Ahora somos tres y una es mi hija, que aunque ya la hemos llevado a unos cuantos destinos, ninguno tan exótico, tan diferente y que implique tanto cambio como este. Por eso esta vez tengo que llevar un plan de viaje desde aquí, y espero redescubrir que aún así la experiencia será realmente enriquecedora para todos. Y ya lo tengo, ya está el viaje diseñado y organizado.

Mis próximos post por lo tanto no serán confesiones de una guía turística, sino más bien, confesiones de una viajera . Empezaré con la preparación del viaje, y luego cuando llegue allí seguiré escribiendo, pero no tanto de los lugares que visite, no tanto del viaje físico sino del viaje emocional que viviremos.