viernes, 9 de septiembre de 2011

Un día de nervios

Hoy es un dia de esos, en los que te encuentras a 200 revoluciones por minuto. Mi vuelo sale a las 7,20 y me acuesto pensando que la facturacion la cierran a las 6,40 de la mañana. Sí lo se, mi casa está a 5 minutos en metro del aeropuerto, pero no abren hasta las 6, pero luego tengo que andar por otros 10 minutos para facturar, y ¿qué pasa si después hay una cola inmensa, o por lo que sea el metro se retrasa o tengo exceso de equipaje o se me ha olvidado algo importante...?

En fin tengo la cabeza a todo meter. Pese a ello intento dormirme, pero esos pensamientos vuelven a mi mente no sé si ya de forma consciente o inconsciente. Lo cierto es que la noche está siendo horrible y más aun cuando sólo tengo 4,30 horas para dormir. Pero ni eso, mi despertador lo tengo programado a las 5,30, pero a mitad de noche me levanto y lo atraso hasta las 5,15. Pero sigue sin ser suficiente, de nuevo me vuelvo a levantar, pensando si he impreso o no la tarjeta de embarque, miro el reloj y veo que son las 4,45, y ya no merece la pena volver a dormir. Así que vuelvo a pensar, ahora sí conscientemente si es buena idea o no el coger un taxi. Madre mía, pero ¿Qué me pasa hoy? ¿Estoy dándole excesiva importancia a tonterías o es que mi preocupación puede ser algo premonitorio? Sigo sin decidirme por esta chorrada y sigo pensando, perdiendo el tiempo y volviéndome loca de nuevo. Creo que mi nerviosismo se respira en el ambiente en forma de energía negativa, y hace que mi marido se despierte, y me pregunte si ya es la hora o qué pasa. Le cuento mi estúpida tortura mental y me dice: pero por favor cógete un taxi y déjate de tonterías. Eso es lo que necesitaba, el impulso o la decisión de alguien pues yo no me sentía capaz.

En fin, finalmente llamo a un táxi, viene a buscarme, me cobra 16 euros desde Madrid Barajas hasta la terminal 1 y aunque consigo tranquilizarme un poco sigo a mil por hora. Madre mía y en París me esperan 37 personas y yo soy la guía y me encuentro en este estado. Le comento mi noche al taxista y a la hora de pagar empiezo a dudar: "espere, tiene cambio de 50, es que pensé que tenía 20 euros pero no los encuentro, sí espere están aquí..." y el señor me responde pues si, la verdad es que está nerviosa..!

Son las 5,50, pero voy corriendo a facturación, pensando en quitarme este trámite horrible de los aeropuertos, por si pasa algo, y ya estar sentada tan pronto como sea posible en el avión. El chico me da la tarjeta de embarque y yo abro nerviosa la cartera, busco en ella, en el bolso, Socorro, creo que me estoy volviéndo loca! Y finalmente le pregunto al chico de facturación si me ha devuelto mi dni, me dice que sí, pero pronto revuelve en sus papeles y me dice, no perdone señora se me olvidó devolverselo. Parece que un poco de histerismo a veces no viene mal. Bueno primer paso hecho, ahora solo queda el control de seguridad. A la entrada del mismo, me encuentro a uno de los policías de seguridad dándo voces, gritándo a diestro y sientro, por favor tengan YA preparada la tarjeta de embarque, SOLO la tarjeta de embarque! Y sigue repitiéndolo una y otra vez, hasta que de pronto veo que sale corriendo detrás de una chica, y yo pienso madre mía que habrá pasado, y me doy cuenta de que está realmente nervioso, mucho mas de lo que yo estaba y entonces al verlo refeljado en otro, me doy cuenta de la inutilidad del nerviosismo y empiezo a relajarme.. Paso el control de seguridad, me monto en el avión despega y entonces ya me relajo por completo!!



-- Desde Mi iPad

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